martes, 14 de junio de 2011

GP CANADÁ 2011: LA CARRERA MÁS LARGA DE LA Hª DE LA F1

¡Cuatro horas pegados a la pantalla, con sus más y sus menos pero cuatro horas! Ha sido fascinante. Todo un espectáculo sin duda, que es lo que nos regala la Formula 1 cada fin de semana, éste ha sido tremendo. Si tenemos que elegir a un rey de la pista, sin duda, ese ha sido el 'Safety Car', que no ha parado de salir y acompañar a los pilotos en su marcha (incluso de forma excesiva) durante toda la tarde/noche. La respuesta a su constante presencia fue la lluvia y, ¿qué hay en las carreras con lluvia? accidentes, trompos, salidas de pista, descubrimientos y decepciones, muchas decepciones. Montreal fue uno de los pocos Grandes Premios pasados por agua en los que, los diez primeros puestos nos sorprenden porque suelen estar ocupados por pilotos que frecuentan la cola o ni siquiera se han visto personados nunca en tal sitio.


Button se refresca de victoria.

¿Lo importante y lo que al fin y al cabo cuenta?: Button acabó en la pole, la suerte estuvo de su lado (con lluvia, ya se sabe), ya que es su mejor puesto de la temporada desde Malasya, en el que fue segundo. Fue así: la carrera comienza tras el 'Safety Car' por el temporal y una de las primeras cosas a destacar es que los pilotos de Mclaren y Renault han salido con los reglajes del coche cambiados para adecuarlos al agua, en concreto, Alguersuari (que los cambió después de la clasificación y antes de la carrera) se verá obligado a salir desde el pit lane, un impedimento que aunque parece levantar murallas entre el catalán y su meta, no terminó siquiera siendo un obstáculo para él pues la terrible remontada con la que selló Canadá, dejó una sonrisa de satisfacción en la cara de Jaime que el tiempo, seguro, tardará en borrar.

Hasta la cuarta vuelta, contamos con el 'safety', pues se dice que hay previsión de lluvia en 15 minutos. Al instante, vemos ya una de las agresivas maniobras a la que nos tiene acostumbrados el terco Hamilton (quien la sigue, la consigue, o la persigue) que ocasiona un choque con su compañero de equipo, Button. Este choque deja la rueda izquierda de atrás de Hamilton totalmente inhabilitada para seguir corriendo así que, tras unos minutos de paz, vuelve a salir el Safety Car. Button, que es sometido justo inmediatamente a un drive through como sanción por sobrepasar el límite de velocidad cuando estaba el Safety en pista. 

Unos kilómetros más, se va y sin más dilación, vuelve a estar el coche de seguridad ya que en torno a la vuelta 20 empieza a llover muy fuerte, es justo el momento en el que todos los españoles congratulan y comienzan a aplaudir al meteorólogo de Ferrari, que con toda su buena fe, ya habia dado la orden de poner neumáticos intermedios (y no extremos) al monoplaza de Alonso. Tres vueltas después, se nota cierto malestar en la parrilla y los comentarios generales, representados por Vettel, terminan saliendo a relucir, argumentando que en estas condiciones no se puede relanzar la carrera. Por fin, en la vuelta 25, tras minutos de tensión, donde nadie sabía que hacer, se suspende la carrera por lluvia y tormenta fuerte.

Entre las dos horas que hubo un parón y en las que no había casi anuncios por parte de la FIA (no suele tenernos acostumbrados a esta desinformación, sino actualizar la situación cada cinco minutos) de lo que se haría; los mecánicos observaban la progresión de las nubes, veíamos a los pilotos tranquilamente caminar por el paddock y planos y más planos generales en los que la lluvia era la que dictaba el silencio.


Hamilton le enseña su monoplaza a la cantante de Barbados.

Mientras, un personaje bastante peculiar llegaba al circuito y hacía uso (y explote) del "boom mediático" del momento, mientras los paparazzis intentaban captar hasta la última fotografía. ¡Vaya carrera para hacerse a la idea de lo que era la F1, menos mal que todos los domingos no son siquiera parecidos a éste! Era Rihanna, la joven cantante, que vio que llovería en el circuito canadiense y decidió sacar a relucir su "umbrella-ella-ella", todo un show lleno de auto-promoción, en la que como sobraban planos de lluvia y nubes, la atención (y la realización) decidió centrarse en esa melena roja que fue a parar de cabeza al box de Mclaren donde mantuvo una conversación de lo más divertida con el propio Hamilton, que no perdió, en ningún instante, detalle de la interesante carrera. Ella fue la buena cara ante al mal tiempo.

Después, la media hora de tormenta terminó alcanzando casi las dos horas de duración, en las que había una total desinformación, tanto en los periodistas, los pilotos, sus familias, o incluso en el caso de los mecánicos. Hubo muchas quejas porque claro, con tanto 'safety' se igualaban las condiciones de todos los coches y lo cerca que estaban las posiciones y así, la competición se hacía prácticamente imposible. En cuanto el SC volvió a su garaje, Button y Alonso se tocaron intentando adelantarse y el inglés (que terminó con una rueda reventada pero pudo cambiarla en boxes) sacó al asturiano de la pista, dejándolo totalmente fuera de la batalla y deshaciendo de las gradas y de su público, todas las ilusiones que muchos españoles habían puesto este año en Montreal.


El campeón actual echa al bicampeón.

Otro tema: llevaba un carrerón y estaba por fin contentando las exigencias de su equipo en ese segundo puesto que mantuvo durante más de la mitad de la carrera, pero esas cosas pasan y para desgracia de muchos, vimos a Nick Heidfeld en un choque fatal con Kobayashi que le hizo perder al completo el alerón delantero, de hecho, quedaron muchas piezas del Lotus Renault en la pista y los comisarios casi se juegan la vida despejandolas en una de las curvas más cerradas del circuito; aunque entrara el 'safety' y los coches, por reglamento tuvieran que ir más despacio, seguía suponiendo bastante kamikaze adentrarse allí con tantas fieras sobre la pista haciendo rugir sus motores.

Para el final, final de la carrera, se siguieron reservando emociones, por ejemplo la batalla de los cuatro primeros (Vettel, Webber, Schumacher y Button) en la que ninguno dejó de intentarlo con los adelantamientos. Hubo increíbles pasadas, hacía tiempo que Michael no hacía una carrera tan buena, pensábamos incluso que oiríamos el himno coreado por la voz del káiser, pero no, finalmente lo que evidenció el final de la batalla fue un grave error de Vettel en forma de trompo que le dio la victoria a Button (aunque bajo investigación por el incidente con Hamilton). La carrera terminó con el inglés en la pole, como bien decíamos y con otro doblete de Red Bull. Repetimos, sorprendente la actuación de M. Schumacher, que terminó en 4ª posición, Alguersuari que consiguió puntuar saliendo desde el pit lane y por último, reconocemos a uno de los Hispania, en su mejor posición hasta ahora (13º). Progreso ante una carrera difícil y ante el mal tiempo, ya se sabe, buena cara.

Está claro que Montreal no pasará desapercibida en el cómputo final del mundial, fue una carrera de momentos en los que no se sabía si parar ya y darle la mitad de los puntos a los pilotos o si seguir esperando una orden; los pilotos han corrido con lluvia, sí, muchas veces, nada del otro mundo pero, ¿cuándo una carrera ha estado parada más de dos horas? Incertidumbre, incertidumbre y más incertidumbre, Canadá huele a eso, a incertidumbre y ahora, sólo les queda un gran trabajo a los de la FIA, que deberan juzgar todos los incidentes acaecidos en este GP y repartir entre justos y pecadores.

El resultado final de la clasificación de Montreal 2011.

Las fotos son de F1aldía.

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